oda a la mierda
by
Pau Miserachs
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dimecres, 24 de juliol del 2013 /
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loteria,
malquerencias,
perversión,
porqueria,
pulcritud literaria
Dícese de la mierda que es un excremento humano, por extensión también el de algunos animales. El diccionario de la Lengua española de l a Real Academia relaciona asimismo esta palabra con los conceptos de grasa, suciedad o porquería que se pega a la ropa u otra cosa. Decirle a alguien que se vaya a la mierda o que es un mierda, es considerado como una expresión insultante, degradante y de muy mal gusto. No denota pulcritud literaria, es una forma de mal hablar, primaria y poco reflexiva . Podría ser utilizado este concepto del de mal trato de palabra como un tema jocoso en adaptaciones de Gurruchaga y/o la Trinca. Quizás pudo decirlo algún día José Antonio Labordeta, el Diputado aragonés más querido en años. Quizás trató del ideal de mierda el propio Quevedo. Quizás Larra dejó alguna locución graciosa y festiva no escrita. Quizás encontremos ingeniosos pasajes literarios i artísticos ennobleciendo el mundo de la letrina, como en los salones de los palacios. Pero no vemos la expresión en su desagradable crudeza ideal en un Cervantes dispuesto a describir la sociedad de su época a pesar de la censura eclesiástica y real que supo eludir hábilmente el mundo literario español, como lo hizo el holandés Paul de Kock de la sociedad parisina, como también Dickens de la inglesa, en sus novelas y relatos, como hizo el Senador francés de corazón republicano Victor Hugo, en su poesía, discursos y novelas históricas. La expresión estaba excluida de la literatura eclesiástica. Tampoco la encontramos en constituciones eclesiásticas ni en las reglas de San Ignacio de Loyola. Echar la mierda al campo para abonar las tierras era expresión habitual en el mundo rural, y aún sigue siendo importante que las vacas y otros animales que deambulan sobre pastos dejen sus excrementos como abono de la tierra. También tiene pues la mierda una lectura positiva. No acabemos creyendo por tanto que la expresión "irse a la mierda " es una perversión democrática de forma simplemente, una forma de hablar que viene vinculada con el pecado original. Estaríamos si esto creyéramos ante un circo sin propósito de enmienda generador de insatisfacciones y de desengaños de la tan cacareada concordia y superación de las malquerencias pasadas, cuando los republicanos eran el enemigo a abatir. Vale más que los que hablan de la mierda entiendan que la acepción debe referirse a los excrementos de algunos animales, no carnívoros, como dice el diccionario, aplicable como abono o fertilizante y por tanto aprovechable y positivo para el campo y los cultivos ecológicos, lo que se llama en las tiendas verduras y frutas naturales sin conservantes ni fertilizantes químicos. Quizás la mierda llegue a ser símbolo de riqueza y de buenos deseos. Dicen que pisar mierda da suerte. Quizás canvie pronto la definición ideológica del diccionario. Pues cuando pisamos caca de perro y reaccionamos diciendo "merda", entonces hay que comprar corriendo un billete de lotería. Dicen también los entendidos que pisar caca de perro sin pretenderlo da suerte.
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