el imperio de la ley

El Estado de Derecho es un invento reciente en la historia. Se oponer al poder despótico, es incompatible con cualquier tipo de dominación arbitraria. Pueden existir leyes injustas que se quieran imponer en nombre del Estado de Derecho, de forma que no existe un concepto único ni exclusivo de esta institución. Podría incluso separarse la idea de Estado Constitucional de la idea de Estado de Derecho. Una Constitución no garantiza la existencia de un Estado de Derecho, si la ley no es la expresión de la voluntad general, si la Ley no respeta las minorías, si no existe una separación de poderes auténtica, si la administración no actúa bajo un régimen jurídico, si no existe un poder judicial independiente que controle la administración, si los derechos y libertades fundamentales no son garantizados en su realización material. No hay Estado de Derecho si la ley proviene de una voluntad absoluta y no de una asamblea de representación política elegida libremente por los ciudadanos,. lo cual requiere que el partido de gobierno no limite la ley electoral a su favor para mantenerse en el poder. Creación y aplicación del derecho pueden definir también la existencia de un falso estado de derecho. Igualdad ante la ley y seguridad jurídica son unos de los elementos que componen el esquema de los derechos fundamentales cuya protección es más necesaria para garantizar la existencia del Estado de Derecho, junto a los derechos económicos y sociales y las libertades conocidas como fundamentales, lo que no impide que también bajo un régimen político socialmente avanzado, superando el liberalismo que ha permitido el nacimiento del capitalismo salvaje, exista el Estado de Derecho, es decir que incluso un régimen socialista democrático es compatible con el Estado de Derecho. Bajo este régimen, como explicaba el profesor Elias Diaz, aparece el Estado Democrático de Derecho que entiende que la realización de la auténtica democracia y las libertades fundamentales solo es posible bajo un régimen socialista que trabaje para la progresiva liberación del hombre y la realización de su dignidad. En España al parecer nos hemos quedado con el vocablo Constitución como base de todo lo que conviene al gobierno conservador. Fuera de la Constitución no existe nada más, según interpretan desde el pode, aunque también es cierto que la democracia modelo no existe en ningún lugar. El ideal no es inasumible, y aunque los Estados dichos democráticos tienden a aproximarse a la construcción ideal de un Estado de Derecho, no todos los Estados que se reclaman democráticos gozan de un Estado de Derecho perfecto. La perfección por si misma no existe.