en Catalunya resplandece el sol

Qué curioso que se hunda el techo del Congreso de los Diputados y tengan que suspender su sesión cuando en Catalunya se marchan las nubes y el sol empieza a resplandecer con un brillo azul celeste de esperanza y amor. Ahora reconocen en Madrid que Catalunya ejerce su libertad de expresión. Pero también su demanda colectiva de poder ejercitar su derecho a decidir. Una Catalunya que trasciende las fronteras de la actual Comunidad Autónoma, con presencia en territorio francés y de la Comunitat Valenciana. Miles de personas en carreteras y ciudades, organización, orden cantos patrióticos, apelaciones a la independencia. No miramos al pasado, sino al futuro. No separamos como maliciosamente dice la Vicepresidenta del Gobierno español, sino que somos discriminados y se nos niegan nuestras libertades y derechos. La guerra de 1714 contra Catalunya fue decidida por las Cortes de Castilla, lo cual parece olvidar el Gobierno español o tenerlo demasiado presente. Y necesitan a Mario Vargas Llosa, el escritor latino afincado en Madrid que, pese a haber vivido en Barcelona nunca comprendió el espíritu catalán, para que hable contra el nacionalismo intentando confundir el nacionalismo catalán plural, pluricultural y democrático con el nacionalsocialismo. Grave maniobra dialéctica la de los dirigentes políticos españoles que intentan separar y confundir en una Catalunya cada vez más unida contra el centralismo depredador heredero del franquismo. España necesita y debe entender que la soberanía de Catalunya no es confundible ni asumible por la soberanía española. Que la unidad de España es una entelequia impuesta por la fuerza, con la violencia. Que la Constitución de 1978 es un texto que pudo haber servido para la reconciliación entre hermanos enfrentados, y solo sirvió para retrasar la aparición en la historia de los crímenes del franquismo y mantener un sistema de apariencia democrática mientras seguían mandando de hecho los mismos grupos de interés económico que ya mandaban en el momento de la muerte del dictador. Lo misma línea de pensamiento anti-catalán que parece han heredado los dos partidos mayoritarios españoles en el Congreso de los diputados. Lo único que se ha hecho desde España ha sido facilitar el aumento de la corrupción y extender el odio contra Catalunya con un falso triunfalismo españolista, y el boicot a lo catalán sin argumentos y simplemente porque alguien decidió crear ese prejuicio. Convertir a los catalanes en enemigos de España y los españoles porque conviene políticamente es el peor error que podían repetir los políticos españoles para acelerar más la descomposición de España como entelequia histórica y la crisis del régimen y forma de gobierno que conocemos desde 1977. El éxito de la vía catalana de hoy 11 de Septiembre demuestra que en Catalunya resplandece el sol aunque se hunda el Congreso de los diputados de Madrid por el agua caída en los últimos temporales. Al menos los cielos hoy nos han demostrado que respetan a los catalanes. Nada ha podido ensombrecer la luz de los miles de almas que clamaban hoy en toda Catalunya por la libertad nacional como derecho histórico irrenunciable.